Se cumplen ocho días de paro. Fracasó una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo. La UTA planteó ante la Subsecretaría Transporte que se le quite el servicio. Sólo en salarios, la empresa adeuda 10 millones de pesos.
La situación de conflicto que desde hace meses atraviesa la empresa El Rápido con intermitentes medidas de fuerzas y con un paro sostenido desde hace ocho días sin la prestación de ningún servicio en Mar del Plata ni el resto de la provincia de Buenos Aires, se encuentra hoy en “una etapa final para obtener definiciones concretas”, según indicaron desde la Unión Tranviarios Automotor (UTA) luego del fracaso de una nueva audiencia entre las partes.
La empresa todavía no pudo pagar los sueldos a los 282 trabajadores (entre choferes y personal administrativo) del mes de septiembre -cifra calculada en unos 10 millones de pesos- y además adeuda el pago de horas extraordinarias, viáticos y cargas sociales.
La paralización de los servicios iniciada entre el miércoles y el jueves de la semana pasada se mantiene “por tiempo indeterminado” con el agravante de que las unidades no tuvieron ningún tipo de mantenimiento en estos días, algo que agrava, según la UTA, una situación preexistente: el mal estado de los micros.
Ayer se llevó a cabo una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires. La empresa solicitó una conciliación pero “no acercó ninguna propuesta significativa ni seria para destrabar el conflicto”, aseguró a LA CAPITAL el secretario gremial de la UTA, Adrián Giménez.
“Deben la remuneración del mes de septiembre más lo que ya se adeudaba de horas extraordinarias y viáticos. Pero la empresa aduce no estar en condiciones de saldar una salida real a este conflicto, que implica no solo pagar todo lo que se adeuda sino también traer unidades más nuevas, en condiciones, porque su parque automotor actual pone en riesgo la integridad física de los pasajeros y los conductores“, explicó el dirigente gremial.
Frente a la falta de definiciones, la UTA redobló la apuesta y solicitó a la Subsecretaría de Transporte de la Provincia de Buenos Aires, ente que regula los servicios en la Provincia, que intervenga en el conflicto y resuelva si debe permitir o no que El Rápido siga operando.
“Estamos en una etapa final para obtener definiciones concretas”, dijo Giménez y señaló que se le dio intervención a la Subsecretaría de Transporte “para establecer si continúa brindando el servicio en la provincia de Buenos Aires o no, porque vemos con mucha preocupación, más que en meses anteriores, que los micros no pueden salir a las rutas”.
La UTA advierte que si bien el conflicto y el “clima de incertidumbre” dentro de la firma se mantiene en forma intermitente hace un largo tiempo, en estos últimos meses “se agravó aún más” y “la empresa dice no estar en condiciones de pagar lo adeudado y renovar sus unidades; por eso pedimos traslado a la Subsecretaría de Transporte”.
Por otro lado, desde hace un largo tiempo se especula con la posibilidad de que la empresa Costa Azul pase a cubrir los servicios que brinda El Rápido, en un escenario similar al que se concretó meses atrás en El Rápido del Sud. Desde la UTA no descartaron pero tampoco validaron estas versiones. Se trata, sin embargo, de una de las salidas que con mayor fuerza suena.
El gremio de los choferes lamentó “el gran perjuicio” que genera para los usuarios la paralización de los servicios. Al respecto, Giménez compartió su “preocupación” por el futuro inmediato de la empresa y explicó que al margen de los servicios diarios “muchos viajes debieron ser cancelados” y a modo de ejemplo contó que “para estos días estaba previsto un viaje de turismo para unos chiquitos de una escuela que con mucho esfuerzo juntaron el dinero para realizar este viaje y ahora se encuentran con que no les van a poder prestar el servicio. Es una locura”.
En vistas del actual escenario, todo indica que la salida del conflicto todavía está lejos. Por lo pronto, los servicios de El Rápido permanecerán paralizados en su totalidad en Mar del Plata y el resto de la Provincia de Buenos Aires.
“Agotadas” las instancias de diálogo y negociación en el Ministerio de Trabajo bonaerense, ahora las partes aguardan definiciones de las autoridades de la Subsecretaría de Transporte de la Provincia de Buenos Aires para resolver el futuro de la empresa, que en forma inminente podría cambiar de manos.